De acuerdo a las nuevas nomenclaturas, el SLK pasa a llamarse Mercedes-Benz SLC. El “roadster” alemán también recibe actualizaciones mecánicas, estéticas y de equipamiento. Llegará en marzo.
La marca de la estrella continúa renovando su gama, no solo en los apartados tradicionales, sino también en las denominaciones. El Mercedes-Benz SLC deja atrás el nombre SLK y se empezará a comercializar en marzo con interesantes actualizaciones mecánica, estética y de equipamiento. Al igual que su predecesor, lleva un techo duro plegable, que funciona a una velocidad máxima de 40 km/h y que no quita capacidad al maletero de 335 litros.
Retoques estéticos y seguridad ampliada
En el exterior, los cambios llegan a los paragolpes, faros y pilotos traseros. Por su parte, en el habitáculo se modifican la instrumentación, varias molduras y las tapicerías. Además, la iluminación ha variado de ubicación y los sistemas multimedia han ampliado sus funciones y se manejan ahora con una pantalla de 7,0 pulgadas.
Las tecnologías de seguridad se han incrementado. Dos ejemplos son los faros adaptativos con iluminación de tipo LED y el sistema “Collision Prevention Assist Plus”, con alerta por cambio involuntario de carril y asistentes de salida de aparcamiento trasero y de frenada de emergencia con detección de obstáculos.
Soluciones de dinamismo
También se ofrecen soluciones para optimizar el dinamismo del coche. El control dinámico de la conducción “Dynamic Select” varía la respuesta del motor, la transmisión automática, la dirección y la suspensión adaptativa, a través de cinco programas: “Comfort”, “Sport”, “Sport+”, “Eco” e “Individual”. Por su parte, el paquete “Dynamic Handling package” rebaja la altura de la carrocería en 10 milímetros y añade al control de estabilidad la función “Dynamic Cornering Assist”, que actúa como un diferencial autoblocante.
Cinco motores de hasta 367 CV de potencia
La gama mecánica está compuesta por cuatro motores de gasolina y uno turbodiésel, todos sobrealimentados por turbocompresores. La opción de ciclo diésel, denominada SLC 250 d, tiene 2,2 litros de cilindrada y desarrolla 204 CV. Los primeros se dividen en un 1,6 litros de 156 CV, para el SLC 180, y en un 2,0 litros con dos niveles de potencia, 184 y 245 CV, para los SLC 200 y SLC 300, respectivamente. En el tope de gama se sitúa el propulsor biturbo de 3,0 litros y seis cilindros en V, de 367 CV, para el Mercedes-AMG SLC 43. El consumo más bajo lo obtiene la mecánica de gasóleo, con 4,4 litros cada 100 kilómetros. Hay dos tipos de cambios, un manual de seis velocidades y el automático con convertidor de par “9G-TRONIC”, de nueve marchas.
La pureza de conducción de un “roadster” es inigualable. El nuevo Mercedes-Benz SLC facilita máxima diversión y placer en este campo. ¿Lo quieres? Pues en pocas semanas lo tendrás en los concesionarios oficiales.