El tubo de escape es una de las partes olvidadas a la hora de realizar el mantenimiento de tu automóvil. Pero, de igual manera que sucede con los filtros u otros sistemas, debes revisarlo para alargar su vida útil y evitar así problemas innecesarios a futuro.
Son varias las piezas claves a la hora de revisar el tubo de escape de tu coche. Gracias a los chicos de Tallerator, ahora podrás saber exactamente qué componentes influyen en su funcionamiento. Por ejemplo, una de las mejores recomendaciones para su cuidado es la de combinar trayectos cortos con largos. Por tanto, no sólo utilices un vehículo para el mismo tipo de desplazamientos.
Comencemos
Dentro de los principales elementos que tiene una sustitución periódica, además de las gomas que lo sujetan (las cuales se deterioran por la vibración), encontramos el colector de escape. Esta pieza encargada de que los gases exhalados por los cilindros salgan de la manera más eficiente. Su buen funcionamiento asegura parte de la potencia e impide pérdidas en ella, sobre todo a altas revoluciones.
Válvula EGR
Otros elementos importantes que suelen formar parte del escape (dependiendo de la mecánica del coche en cuestión) son la válvula EGR y el turbo Ambos son los responsables de recolectar y redireccionar parte de los gases hacia la admisión del motor. O, lo que es lo mismo, las piezas de las que dependen nuestras emisiones. Así, son clave para superar los nuevos requerimientos de la ITV.
Por supuesto, debemos hacer también referencia a la sonda lambda. Situada antes del catalizador, no interviene en la expulsión de los gases; pero sí en la medición del oxígeno de los mismos, con los que se puede ver la pureza de la mezcla. Con ella, el motor, tras recibir la medición, regula la cantidad de combustible inyectada.
El catalizador y sus filtros
Por último, encontramos el filtro de partículas, también conocido como FAP para los diésel, y el catalizador. Estos son los responsables de disminuir los gases contaminantes del motor. Estas piezas alcanzan unas temperaturas muy elevadas y son las que más molestias generan, por lo que su sustitución suele ser bastante común.
