Una vez más, la empresa alemana se sitúa en el centro de la polémica por los test de emisiones de CO2 que realizan en sus vehículos. En esta ocasión, se les acusa de alterar las pruebas realizadas en sus modelos Cayman , fabricados y comercializados en Reino Unido, tal como recogen en Carscoops.
Hace unas semanas, las autoridades alemanas registraban 10 filiales de Porsche en el país, bajo la sospecha de que podían existir manipulaciones en los motores de sus automóviles. Algo que, acabó propiciando la detención de su director de desarrollo de motores, Joerg, Kerner. Pero, ahora, parece que estas sospechas han traspasado fronteras.
No es la primera vez que los focos se ponen sobre Porsche
El motivo, ¿pagar menos impuestos?
Se les acusa de alterar los resultados para garantizar que sus clientes paguen menos impuestos de los que deberían por sus deportivos. Estas acusaciones se basan en que las pruebas de emisiones de CO2 realizadas en primera marcha reflejaban 221 g/km, mientras que en segunda, mostraban 228 g/km. Es decir, concluían que había un resultado anómalo, ya que los coches consumen más, y por tanto, generan más emisiones, cuando utilizan la primera posición que cuando van en segunda.
Además, la diferencia entre estos datos es clave a la hora de determinar qué impuestos van a pagar los consumidores por el vehículo en aquel país. Si las pruebas reflejan que un coche presenta 221 g/km, se cataloga como “K” y el propietario tendrá que abonar 315 libras (360 € aproximadamente) por las tasas. Sin embargo, al aumentar las emisiones subiría de categoría y, por ejemplo, si ascendiera a guión “L” tendrían que abonarí 540 libras (cerca de 620 €) por los gravámenes de contaminación.
Porsche evita pronunciarse
Tal y como recogen en Carscoops, este caso se ha destapado por la investigación que realizó el equipo legal de uno de los propietarios de este deportivo. En 2011 demandó a la marca por defectos en su vehículo y reclamó que tanto Porsche como la Agencia de Certificación de Vehículos (VCA) debían proporcionar toda la información real de las pruebas de emisiones.
En principio, este medio asegura que ambas partes se negaron a hacerlo, pero sí que se escudaron en que las irregularidades existentes entre los resultados de los test de emisiones de Inglaterra y los del resto de Europa se debían a las diferencias en los regímenes de impuestos. No obstante, es importante señalar que la compañía alemana ha preferido no hacer declaraciones al respecto, basándose en que existen “procedimientos legales en curso”.