El nuevo deportivo, homologado para carretera, bajó de la barrera psicológica de los siete minutos (6:56.4) en el mítico circuito germano de Nürburgring-Nordschleife el pasado 16 de abril. Así, el Porsche 911 GT3 RS bajó en 24 segundos el tiempo de su versión anterior.
El piloto oficial de Porsche, el francés de 29 años Kévin Estre, fue el encargado de conducirlo por el largo y complicado trazado alemán.
El 911 GT3 RS se convierte así en el tercer modelo de serie de Porsche que establece un tiempo de vuelta por debajo de los siete minutos en Nürburgring. Los otros dos son el 918 Spyder y el 911 GT2 RS Spider.
Kévin Estre tardó 6:56.4 en recorrer los 20,6 km del trazado
Para Estre, este deportivo se acerca mucho en comportamiento a su coche oficial de competición en el Campeonato del Mundo de Resistencia, el 911 GT3 R. “Sobre todo se nota en las curvas rápidas y al frenar”, explica el piloto galo. También destaca sus neumáticos, la nueva generación de Michelin Pilot Sport, como clave para la consecución de este histórico registro.
El tiempo se logró a las 11:40 de la mañana bajo unas condiciones, según declaran desde Porsche, ideales, con 14º C de temperatura y 18º C en el asfalto.
El Porsche 911 GT3 RS cuenta con un motor de seis cilindros que alcanza más de 9.000 revoluciones por minuto. Su aceleración de 0 a 100 km/h es de 3,2 segundos y su velocidad máxima es de 312 km/h.
Cerca de la alta competición
Frank Steffen Walliser, vicepresidente de Motorsport y GT Cars, coincide con Estre en las similitudes con el coche oficial de competición. “Muchas de las ideas del automovilismo de alto nivel han sido transferidas a este coche”, afirma.
“Esto forma parte de la filosofía de los modelos GT: tecnología fascinante, pero tangible. Por eso, no hay mejor sitio para demostrar las prestaciones del GT3 RS que en Nürburgring”, añade Walliser.
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Presentado a nivel mundial en el pasado Salón de Ginebra del mes de marzo, el deportivo de Porsche ya establece récords de pista, todo un aval para competir en su exclusivo segmento y, para la marca, un indicativo del éxito del trasvase de tecnologías de la competición a la carretera.
