Portada » Actualidad » Los coches serán más caros con las nuevas pruebas de emisiones

Con las nuevas pruebas de emisiones WLTP los precios de los vehículos podrían verse afectados directamente. Así lo han comunicado hoy desde la patronal europea de fabricantes de automóviles (ACEA) con la publicación de su Tax Guide 2018, un documento que analiza todos los impuestos que se aplican a los coches a nivel europeo.

Según confirman, estos test de emisiones, que surgen para mejorar los NEDC que hemos conocido, pueden obtener unos datos más precisos y por tanto, destapar unos niveles de emisiones mucho más altos. De hecho, los expertos estiman que las cifras serán, de media, un 40% superiores a las que se obtenían hasta ahora.

Así, la gran preocupación ahora es: ¿afectarán estos nuevos ciclos al precio final de los vehículos? Todavía no se han especificado los detalles, aunque las empresas fabricantes de automóviles ya se preocupan por si esta nueva forma de medir las emisiones influirá en el coste que deben asumir los consumidores: los valores de CO2 que van a desvelarse serán más altos, por lo que adaptarse a los límites establecidos por la normativa Euro6 (pincha en la noticia sugerida sobre estas líneas para saber cuáles son) será más complicado y costoso.

Así lo explica también ACEA: “El rendimiento del vehículo no está afectado. El incremento del CO2 es consecuencia, únicamente, de las diferencias técnicas entre el WLTP y el NEDC, y es un reflejo de que el WLTP representa mejor la realidad de la conducción”. Por esto, con su informe han solicitado formalmente a los gobiernos que no permitan que esta nueva norma de emisiones afecte a la economía de los compradores de vehículos.

Suben los impuestos con el nuevo protocolo WLTP

Según los datos de la patronal, en 2017 los impuestos de los automóviles supusieron 413.000 millones de euros, lo que significa un incremento del 4 % respecto a los del año anterior.

Además, especifican que estos impuestos contemplan todo lo relacionado con los automóviles. Es decir:

  • La recaudación por el IVA.
  • Las tasas de venta y matriculación, en el caso de que estas últimas se apliquen.
  • Lo recaudado en peajes.
  • Los impuestos de los carburantes.
  • Las tasas de circulación.

No obstante, esta organización señala que no todos los países siguen los mismos criterios fiscales. Por ejemplo, algunos de los estados miembros se basan en el peso de los vehículos, la cilindrada, la potencia, etc… para establecer distintos gravámenes. Otros, entre los que se encuentra España, están añadiendo unos sistemas de impuestos relacionados con las emisiones de CO2.

Todo lo que debes saber sobre la nueva normativa de homologación de vehículos

Es importante destacar que cada país decide cuándo dejará de aplicar los valores NEDC y empezará a valorar según el nuevo ciclo WLTP. Sin embargo, de acuerdo con lo que expone Erik Jonnaert, secretario general de ACEA, todos ellos “deben asegurar que la transición no tendrá un impacto negativo sobre la fiscalidad”.

La nueva normativa podría afectar al sistema de etiquetas de la DGT

En la actualidad, la Dirección General de Tráfico ha desarrollado un sistema de etiquetas ecológicas para poder hacer una distinción eficaz de los vehículos, catalogándolos en función de lo contaminantes que sean. De esta forma, se puede controlar y restringir el paso a los coches que no cumplan con la normativa vigente de emisiones cuando se presenten niveles altos de contaminación en las ciudades.

Sin embargo, los nuevos ciclos WLTP, que alcanzarán unas mediciones de gases más reales, elevarán los índices de algunos vehículos, consiguiendo que cambien de categoría. Por ejemplo, un coche que con las antiguas pruebas de emisiones tuviera unos niveles por debajo de 120 g/km y estuviera exento del impuesto de Matriculación, podría dejar de estarlo si estas pruebas más exactas incrementan sus cifras en 10 o 15 g/km.

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Así, como exponen en Autopista.es, algunos estudios de la industria ya aseguran que esta realidad podría afectar a más de 6.000 modelos, subiendo sus gravámenes y, por consiguiente, su precio en el mercado. Algo que ciertas marcas pretenden evitar asumiendo el sobrecoste si no cambia la normativa.