El A udi TT cumple 20 años y puede presumir de una historia llena de éxitos y de que fue capaz de revitalizar las ventas de una marca impulsando su faceta más deportiva.
Desde su lanzamiento en el año 1998 ha vivido tres generaciones y multitud de versiones especiales; sus líneas sirvieron de inspiración para otros modelos de Audi y fue el encargado de estrenar novedades tecnológicas que, poco a poco, llegaron a otros modelos de la familia de los cuatro aros, como bien recuerda Autopista.
Audi TT, nacimiento de una idea
Los modelos de calle de la marca alemana en la década de los 90 eran sobrios y elegantes, virtudes propias de una casa germana de categoría premium. Pero había perdido buena parte del espíritu deportivo que tenía cuando participaba en el Mundial de Rallies, de donde se retiró en el año 1986. Así, la dirección de la compañía comenzó a darle vueltas a la idea de lanzar un deportivo o un cupé que rivalizara con los japoneses que estaban dominando nuestro mercado.
Primero se creó el Audi Quattro Spyder, presentado en el año 1991, pero que no se comercializó por sus altos costes. El equipo de diseño tomó nota y preparó un nuevo prototipo, más pequeño y suave en sus formas, que presentaría en el Salón de Frankfurt de 1995. Le llamó Audi TT Coupe Concept y su recibimiento fue tan bueno que la dirección de la compañía se decidió a desarrollar el vehículo, esta vez sí, y sin apenas variar las líneas conceptuales.
Su forma definitiva se vería, por primera vez, en el Salón de París de 1998. Sus proporciones y su planteamiento apenas variaban respecto al concept del que derivaba
Audi TT 1ª generación, el éxito
Lejos de apostar por las formas radicales y afiladas que entonces ya se dejaban ver, en Audi dibujaron líneas redondeadas, simples y sin excesivos aditamentos aerodinámicos. El objetivo era mostrar deportividad, pero sin perder la elegancia propia de la marca. El vehículo tenía 4 plazas; tras sus primeros meses de vida, llegó una versión descapotable con techo de lona.
Aterrizó en los concesionarios con un propulsor turboalimentado de 1,8 litros y 180 CV, una oferta que poco a poco se fue ampliando con una nueva versión del mismo motor de 225 CV, para que posteriormente llegara un V6 de 3,2 litros y 250 CV, asociado a la tracción total y con una velocidad máxima de 250 km/h.
Una curiosidad de esta última opción mecánica estaba en que los clientes protestaron por la falta de estabilidad del tren trasero. Audi, decidió añadir un pequeño alerón posterior que ayudara en este apartado.
En 2004 se realizó un primer restyling y solo un año después llegó el Audi TT Quattro Sport, con 240 CV. No tenía plazas traseras ni aire acondicionado, pero los asientos delanteros se habían sustituido por baquets Recaro.
Audi TT 2ª generación, afila sus líneas
Renovar el vehículo no fue tarea fácil para la compañía, pues debía mantener la esencia que le había llevado al éxito, al mismo tiempo que se adaptaba a las nuevas tecnologías que estaban apareciendo. Llegó en 2006 afilando sus líneas y perdiendo esas formas tan redondeadas.
Fue en este momento cuando llegó la primera variante diésel. Así, las potencias de las opciones de gasolina iban de los 160 a los 250 CV, mientras que la del motor de gasóleo se establecía en 170 CV.
Nuevas versiones especiales le dieron un extra de potencia y garra. Así, poco a poco aparecieron el Audi TTS, con motor de gasolina de 2,0 litros, 275 CV y añadidos aerodinámicos, el Audi TT RS, con un propulsor de 2,5 litros y 340 CV que aceleraba de 0 a 100 km/h en solo 4,3 segundos… Sería superado por el Audi TT RS Plus, que lanzaba la potencia a los 360 CV y el velocímetro a los 280 km/h.
Audi TT 3ª generación, deportivo con mayúsculas
Sus cambios estéticos fueron mínimos, apenas una serie de líneas en su carrocería (¿os acordáis de aquel perfil inicial redondeado y limpio?) mientras en sus tripas vivía una auténtica revolución: nuevo chasis, nuevo habitáculo…
El Audi TT RS muestra su poderío en el vídeo que tienes en el enlace
Volvía a ofrecerse con tracción delantera o total, cambios manuales y automáticos y una oferta mecánica compuesta por dos opciones de gasolina: 1,8 litros y 180 CV y 2,0 litros y 230 CV, mientras que la única variante diésel que tenía era un 2,0 litros de 180 CV.
Entre las “ediciones especiales” que llegaron en esta generación destacaban el Audi TT S (motor gasolina de 2,0 litros y 310 CV) y el Audi TT RS (con motor de 2,5 litros y 400 CV).
Las variantes con extra de potencia han sido una constante en la historia del modelo como este creado por el departamento de Performance Parts