Hasta el 30 % de los coches de segunda mano que se vendieron en nuestro país el pasado mes de febrero tiene más de 15 años, según datos de MSI elaborados para Faconauto. Esta es la cifra que más llama la atención del mercado de vehículos de ocasión nacional, que cerró el pasado mes con un total de 161.586 unidades. Esto significa que hasta 47.203 usados vendidos el pasado mes tenían al menos tres lustros a sus espaldas.
Estos vehículos, que desde la patronal de los concesionarios definen como “casi chatarra”, experimentaron una subida del 13 % en sus ventas hasta febrero. En esta misma línea, los modelos de entre 3 y 5 años mejoraron sus matriculaciones un 21,6 %, mientras que el segmento que comprende los automóviles de entre 6 y 10 años sufren la falta de stock y han visto caer sus registros un 16 %.
Además, tal y como recogen en ABC, los coches con un valor residual superior a 15.000 euros han incrementado un 23% sus transferencias el mes pasado. Precisamente son estos vehículos usados más caros o con mayor valor residual los que siguen comercializando los concesionarios, logrando que las redes oficiales de distribución vendan un 35% más que en las mismas fechas del año pasado.
Crece el mercado de coches de segunda mano en España
Estos datos no favorecen el rejuvenecimiento del parque nacional de automóviles. Según Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, esta situación puede suponer graves problemas. Así, confesó a El Periódico que: “es muy mala noticia que tantos coches con más de quince años sigan en el circuito del mercado de usados, cuando deberían estar fuera de circulación. No se puede seguir dando la espalda a un problema que, de seguir así, se va a convertir en acuciante.”
Por eso, considera que hay que buscar alternativas, mirando en el propio mercado de vehículos de segunda mano. Dijo: “Este mercado podría ser una herramienta de primer orden para acelerar la renovación del parque. Para ello habría que poner sobre la mesa, entre otras cosas, medidas que propiciaran que los dueños de esos coches de más de quince años, que coinciden con los perceptores de rentas más bajas, pudieran adquirir otro usado de hasta cinco años o incluso uno nuevo”.