BMW pretende que su producto principal sea el nuevo X2. Con esto casi lo digo todo, un modelo que ha nacido para complementar la oferta más pequeña de la familia X, por debajo del X1, y que ya hemos podido probar. Te contamos nuestras impresiones en esta primera prueba del BMW X2.
Primera prueba BMW X2: fotos
[fotos id=”102092″]BMW X2, fiebre por la personalización
No encuentro la relación, pero la personalización, en los últimos años, parece inherente al mundo SUV. Colores, paquetes, llantas… Todo esto es lo que ofrece el nuevo BMW X2. De acuerdo, ya ocurría en otros modelos, pero como voy a explicarte, hay un punto de novedad en este SUV.
Para empezar, estrena tres colores exclusivos, muy llamativos: Galvanic Gold, Sunset Orange y Misano Blue. No, no hay techo a contraste, pero sí una absoluta novedad que, por cierto, no va a repetirse en ningún otro modelo, según aseguraba BMW.
Aquí, la prueba en vídeo. Y, de paso, echa un vistazo al resto de los test en nuestro canal de YouTube
Te hablo del nuevo paquete deportivo M Sport X, que mezcla componentes de la gama M con detalles camperos inspirados en la familia X. No le queda nada mal. Combina molduras plásticas propias de un todocamino, faldones deportivos y, más allá, una suspensión deportiva que reduce la altura de la carrocería.
Está disponible asimismo el paquete M Sport convencional que, este sí, solo incorpora detalles deportivos, como llantas específicas o faldones. Por último, el X2 en acabado Advantage, ya presenta una imagen dinámica y atractiva. Y digo esto porque cualquiera de las dos líneas antes citadas supone un sobrecoste de 6.250 €.
En lo que a medidas respecta, son 4,36 metros de largo, ligeramente por debajo del X1, con el que comparte plataforma, y en medidas del MINI Countryman. Su diseño, frente al X1, es más deportivo y afilado, destacando algunos detalles exclusivos.
Por ejemplo, los riñones del frontal se han colocado de manera inversa (la parte ancha va abajo), lo que eleva la sensación de anchura y crea un frontal más poderoso junto a lo que BMW llama el tercer ojo, las luces supletorias bajo las principales. La iluminación diurna es LED, clásica en BMW.
El diseño del nuevo X2 es más deportivo que el del BMW X1
Otros detalles específicos son las colas de escape de gran tamaño o el logotipo de BMW en el pilar C, que pretende emular los históricos cupés de la marca. Ayuda también a reducir visualmente la anchura del pilar que, por cierto, resta bastante visibilidad desde el interior.
BMW X2, apuesta por la calidad
Me gusta que la marca no haya descuidado la terminación interior y la calidad del BMW X2 2018. Hay detalles algo mejorables, como que se vea ligeramente la chapa de las puertas desde dentro, notable con una configuración de color tan llamativa como el dorado de las imágenes.
Sin embargo, BMW ha empleado plásticos mullidos en todas las partes superiores del habitáculo, incluso en la consola central. No hay crujidos ni desajustes, como tampoco un diseño revolucionario: replica las formas del X1.
Cuentas con los asistentes de seguridad más avanzados de BMW: control de velocidad de crucero adaptativo, frenada de emergencia automática, asistente de mantenimiento de carril…
Es sencillo de manejar y suma algunas novedades, como el cuadro de mandos de nueva factura (presente también en el Serie 1), más moderno por fin. El sistema multimedia se ha actualizado igualmente y, además de incluir una pantalla de hasta 8,8 pulgadas, esta es también de manejo táctil.
El Head-up Display a todo color es una de las opciones, así como los últimos asistentes de seguridad: control de velocidad de crucero adaptativo, frenada de emergencia automática, asistente de mantenimiento de carril…
BMW X2, ¿y qué tal de espacio?
Por partes. El X2 es más pequeño que el X1, pero comparte la batalla. Es decir, la habitabilidad interior se ve perjudicada mínimamente. Lo que pierde es altura para la cabeza, un hueco ajustado para pasajeros mayores al 1,85 m de altura, aproximadamente.
Las piernas van holgadas para tallas medianas y ofrece hueco para tres pasajeros, a pesar de una plaza central sin forma y especialmente dura. Por ahora lo hemos probado sin la opción de techo panorámico, que restará algunos centímetros más.
El maletero pierde capacidad frente al X1 y se queda en 470 litros
Delante, el paquete M Sport X propone unos asientos deportivos con un agarre lateral excelente y una comodidad muy elevada. Los ocupantes se sientan, además, muy bajos si así lo desean. La posición es más erguida que en un Serie 1, pero probablemente no tan diferente de la próxima generación, que sí empleará esta misma plataforma de tracción delantera.
En cuanto al maletero, por último, pierde capacidad frente al X1 y queda en 470 litros, la misma capacidad, por cierto, con tracción simple o total. Buen detalle. Hay un doble fondo con un generoso hueco que, sin embargo, no acoge una rueda de repuesto. Con ella la capacidad se vería seriamente mermada.
BMW X2, cuatro motores
La gama BMW X2 la conforman cuatro motores, aunque en el lanzamiento hay dos opciones disponibles. El sDrive20i de 192 CV es la alternativa gasolina y el xDrive20d de 190 CV la diésel. El primero con tracción delantera y el segundo con tracción total, ambos asociados a un cambio automático (de doble embrague en el gasolina).
Más adelante aterrizan los sDrive18i, con un bloque tricilíndrico de 140 CV, y los sDrive18d y xDrive18d de 150 CV de potencia. Serán, sin duda alguna, las estrellas de la gama X2.
Por el momento solo he podido conducir el diésel xDrive20d, el más potente con esta configuración. Se trata de una unidad nueva, con ciertos ajustes que no solo mejoran la respuesta, sino que le permiten superar la nueva normativa de emisiones y, además, reducir su nivel de ruido y vibraciones.
En la práctica son 190 CV y 400 Nm de par disponibles principalmente en la zona media. Por tanto, es un motor muy lleno y agradable en condiciones normales, aunque la potencia viene de forma tan lineal que no parece que llevemos casi 200 CV bajo el capó. No en vano sus más de 1.600 kilos de peso limitan las prestaciones.
Nos gusta la delicadeza de su motor diésel
Mueve bien el conjunto y con elevada delicadeza, solo en frío el motor se deja notar de más, aunque la mejora en este sentido frente a anteriores ediciones de los “20d” es más que evidente. Además, arroja un consumo medio que ronda los 7 l/100 km, seguramente menor en unas condiciones más normales.
Se asocia a una cambio automático de convertidor de par y 8 relaciones, ya conocido en la marca y que vuelve a devolver una muy grata impresión. No solo es suave y eficaz, también rápido tanto en conducción tranquila como deportiva.
BMW X2, ajustes deportivos
Hay ciertas modificaciones en lo que a chasis respecta frente al X1, y así ha conseguido BMW un todocamino al que le gustan más las curvas que los terrenos sin asfaltar (lo único positivo en este aspecto es un control de descensos). Se conduce, literalmente, como un compacto.
No alcanza la excelencia dinámica del Serie 1. Lógico, la altura del conjunto es mayor y también el peso. Pero se desenvuelve a las mil maravillas en terrenos revirados y bien pudimos comprobarlo en los alrededores de Lisboa, Portugal.
La suspensión es firme, pero no resta comodidad al comportamiento del BMW X2
El balanceo queda bien cubierto gracias a una suspensión firme (solo probamos los X2 con paquete M Sport X), elemento que reduce la altura de la carrocería en 10 mm. Según los ingenieros hay diferencias de puesta a punto entre los M Sport y los M Sport X, pero no pudimos poner a prueba ambos.
Si bien hablaba de una suspensión firme, no resta comodidad. No es seco, incluso en el rebote corto con unas llantas de 19 pulgadas y neumáticos de bajo perfil, como en nuestro caso. Por tanto, se presta a una conducción dinámica y también confortable y rutera (el aislamiento acústico está muy logrado). Hay opciones, por supuesto, más cómodas, pero pocas tan deportivas. Tal vez solo el SEAT Ateca le haga frente, pero la diferencia de precios es abultada.
También hemos probado este BMW tan especial…
https://www.clicacoches.com/prueba-bmw-m3-e30-johnny-cecotto-edition/
Un detalle a destacar es la puesta a punto de la dirección, muy directa y precisa, pero también bastante dura, algo que puede acabar siendo engorroso en entorno urbano. El chasis adaptativo, por cierto, modifica algunos parámetros, incluida la dirección, logrando un rodar más suave o más deportivo.
BMW X2, conclusiones
El trabajo realizado con el nuevo BMW X2 huele a éxito. Ya nos lo avanza la marca, será su todocamino más demandado, incluso por encima del X1. Y lo mejor de todo es que no ha descuidado ningún apartado.
Es una gran opción para aquél que busque diseño y personalización (si se atreve con los colores de referencia), pero también para el que necesite espacio (su altura permite, por ejemplo, meter mejor las sillitas para niños) sin renunciar a un tacto deportivo. Diré sin complejos que le robará una buena suma de ventas al futuro Serie 1.
Puede que su principal pega sea un precio muy elevado, al menos el precio de venta que anuncia la marca. Por el momento, sacarás un X2 del concesionario por no menos de 40.000 €, aunque el sDrive18d, una vez disponible en los concesionarios, tiene una tarifa de 35.000 €. Ahora bien, siendo el principal atractivo del X2 su imagen deportiva, prevé un gasto adicional de 6.000 € para cualquiera de los paquetes M o de casi 2.000 para la terminación de acceso Advantage, que además añade una interesante suma de equipamiento.
Ficha técnica BMW X2 xDrive20d
Motor térmico | Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 1.995 cc |
Potencia | 190 CV a 4.000 rpm |
Par | 400 Nm entre 1.450 y 2.500 rpm |
Velocidad máxima | 221 km/h |
Aceleración | 7,7 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 4,6 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.360 / 1.824/ 1.526 mm |
Neumáticos | 225 / 55 R17 |
Peso en vacío | 1.600 kg |
Maletero | 470 l |
Precio base | 42.500 euros |