Es el momento en que tenemos que desplazarnos por carretera haciendo un viaje largo con nuestro coche clásico, a un evento, una cita con los socios de nuestro club o la concentración a la que no podemos faltar. Para ello, es importante revisar y dejar a punto nuestro coche, cuidando de su mantenimiento por nuestra seguridad y la de los demás.
Texto: Javier Fuentes
1 de 8 – Asegura tu visibilidad al volante
Comprobar que todo el alumbrado funciona es básico para realizar un viaje largo, la oscuridad y las condiciones climatológicas son malas aliadas. Un repaso exterior de luces de posición, cortas, largas, luces de freno, intermitencias, antiniebla y avería. No nos olvidemos de comprobar las luces del cuadro de mandos y que los interruptores de los encendido funcionan perfectamente. Comprobaremos también que llevamos bombillas de repuesto.
2 de 8 – Revisa los neumáticos
Todos lo sabemos, pero tendemos a olvidarnos de que las gomas son lo único que une a nuestra máquina con el asfalto y que deben estar siempre en un perfecto estado de vida e hinchado, porque de ello depende nuestra seguridad y la de todos los que nos rodean.
Sobra decir que comprobar el dibujo y su presión es lo más importante y vital, pero también debemos revisar que no estén cuarteadas, ni agrietadas por el tiempo o su poco uso, que no presenten algún defecto o aparezcan deformaciones en su circunferencia exterior. El dinero mejor invertido en nuestro clásico son unos buenos neumáticos de calidad, la conducción puede cambiar radicalmente, en confort y seguridad.
Por último, no hay que descuidar la rueda de repuesto, que esté en unas buenas condiciones de hinchado y vida, por si tenemos que utilizarla.
3 de 8 – Vigila el nivel de aceite
Debemos fijarnos cuándo hicimos el último cambio del aceite, no sólo por el cuentakilómetros, también por la fecha. Podemos haber cambiado el aceite hace tiempo pero no haber hecho los kilómetros que se supone que tiene de vida, es igual, lo mejor es cambiarlo cada dos años aunque no hayas circulado mucho con el coche.
Un buen consejo es vigilar las posibles pérdidas: una forma sencilla es colocando un cartón debajo de la mecánica, miramos si ha goteado y si ha sido así, ver por donde pierde para su posible reparación. Si el motor está limpio, localizaremos rápidamente la fuga.
4 de 8 – Ten todos los elementos bajo control
El primero que miraremos es el nivel del refrigerante, que en la bombona de expansión no sobrepase el máximo y tampoco baje del mínimo. Encendemos el motor y dejamos que el motor coja temperatura, ahora comprobamos si el circuito funciona correctamente.
Debemos vigilar todos los manguitos, que no haya fugas y sobre todo que no se hinchen por la temperatura, si detectamos alguno en esas condiciones debemos cambiarlo inmediatamente, es un claro candidato a dejarnos tirado. El resto de los niveles, líquido de frenos, dirección asistida y valvulina del cambio podemos hacer la misma operación con el cartón y las fugas de aceite del punto uno, vigilando sus fugas o goteos.
5 de 8 – Cuida la batería de tu coche
La energía de nuestro coche nos puede jugar malas pasadas en algunas ocasiones y, por ello, es recomendable tener vigilada la fecha de montaje de nuestra batería. Una vida útil de una batería moderna es de entre tres y cuatro años, si es de buena calidad, no ha estado expuesta a bajas temperaturas y ha pasado largos periodos de tiempo montada y sin cargar. Es conveniente arrancar nuestro coche una vez por semana, aunque no lo vayamos a mover, y tenerlo un tiempo en marcha para que la batería cargue o, en caso contrario, quitarle los bornes de la corriente en periodos largos de parada.
6 de 8 – Comprueba el alternador
En el alternador debemos escuchar que suene bien, que no haga ruidos extraños por los rodamientos, ya que estos pueden sugerir que están a punto de gripar. Hemos de desmontar las escobillas (son dos tornillos) y comprobar que tienen la longitud y la vida satisfactorias para que carguen. Llevar unas de repuesto siempre nos puede sacar de un lío, y lo mejor es que ocupan muy poco espacio.
7 de 8 – Viaja siempre con toda la documentación
Al viajar debemos revisar que llevamos toda la documentación del vehículo, permiso de circulación, ficha técnica e ITV en regla; que el seguro esté vigente y a corriente de pago, revisar las coberturas de nuestra asistencia en caso de necesitarla, así sabemos a qué atenernos en una emergencia. El caso de la asistencia es importante y, si hay que ampliar la cobertura de la misma, no dudemos, sobre todo si viajamos fuera del territorio nacional y podemos tener un percance en carreteras extranjeras.
8 de 8 – No olvides los recambios
A parte de los triángulos y chalecos de emergencia obligatorios, nuestro consejo por es que, en viajes largos, todos los recambios que puedas llevar, los lleves, a ser posible los que no ocupen mucho espacio. Unas poleas, algún manguito, escobillas del alternador, bombillas, aceite, refrigerante o algo de líquido de frenos. Otras piezas salvavidas suelen ser unas abrazaderas o bridas, un espray engrasante y, por supuesto, una caja de herramientas sencilla pero práctica.