Son el único punto de contacto entre el vehículo y el asfalto y, por lo tanto, su estado merece especial atención. Aquí te damos cinco consejos para su buen funcionamiento.
En muchas ocasiones te lo hemos comentado: los neumáticos son uno de los elementos más importantes del vehículo, por no decir el que más. Y es que es la única parte del coche que está en contacto con el asfalto. Pese a ello, muchos conductores no son conscientes de ello y dejan que se desgasten y degraden hasta casi rozar lo peligroso. De hecho, desde 2018 las ITV comenzaron a revisarlos con mayor conciencia, lo cual ha derivado en unos datos preocupantes: más de 1,2 millones de vehículos circulan con neumáticos que tienen defectos graves según datos de la red de ITVs de TÜV SÜD Atisae repartidas por España y analizados por el RACE y Goodyear.
De ahí que con la ayuda de los expertos de Alquiber, empresa líder en renting flexible, demos algunas recomendaciones para mantener y asegurar el correcto funcionamiento de los neumáticos, imprescindibles para garantizar una conducción segura y eficaz. Tener claro cuándo cambiarlos o cómo identificar problemas en su estado es fundamental.
Dibujo
La comprobación de la profundidad de los dibujos de los neumáticos es una medida preventiva sencilla y de gran importancia. Son estos surcos en las gomas lo que garantiza nuestra tracción, adherencia al asfalto y desalojo del agua al circular por carretera. Si bien el mínimo legal es de 1.6 mm, es recomendable no llegar nunca a este límite ya que afecta directamente a la seguridad: la distancia de frenado aumenta considerablemente y existe mayor riesgo de aquaplaning.
Presión
Muchos de los problemas que podemos tener con los neumáticos se deben a una presión incorrecta, ya sea baja o alta. Con la presión insuficiente, el neumático se calienta más y se desgasta antes y de forma irregular. Pero también es importante recalcar que existe mayor peligro de pinchar, desllantar, perder adherencia, desprendimiento de la banda de rodadura, etc. También, se estima que se consume un 20% más. En el lado opuesto, con demasiada presión el neumático también se gastará más, se corre riesgo de reventón e influye negativamente en el agarre y en la suspensión del vehículo. Puedes encontrar las indicaciones del fabricante según neumático y carga en el manual del vehículo, en una pegatina en el montante de la puerta del conductor o en la tapa del depósito de combustible.
Edad
Es uno de los aspectos más importantes que deberías tener en cuenta ya que los neumáticos no solo se deterioran por su uso, sino también por el paso del tiempo, incluso sin estar instalados. La goma puede endurecerse y cristalizarse perdiendo calidad y afectando negativamente al rendimiento; también pueden deformarse al almacenarse mucho tiempo o de forma incorrecta. Para conocer la fecha de fabricación, fíjate en el código DOT (relativo a las siglas Department of Transportation y se trata de un código que exige el Ministerio de Transporte de EEUU para la comercialización de los neumáticos) que, aunque en Europa no es necesario, también suele aparecer y recoge la fecha y lugar de fabricación. Si el neumático tiene más de 10 años desde su fabricación, debe ser sustituido. Lo ideal es instalar neumáticos con dos años o menos de antigüedad.
Equilibrado y alineado
El alineado o paralelo consiste en ajustar los elementos de dirección y suspensión para alinear las ruedas de cada eje y los ejes entre sí, consiguiendo así que apoyen bien en el asfalto y rueden paralelamente. Por otro lado, el equilibrado consiste en asegurar que la rueda pese lo mismo en toda su superficie, haciendo que coincida su eje geométrico con su centro de gravedad y, por tanto, circule de forma cómoda. Para que se desajusten ambos parámetros no es necesario un golpe fuerte, sino que puede ocurrir por continuos y suaves golpecitos. En un principio, provocará que el coche se desvíe muy ligeramente hacia uno de los lados y vibraciones en el volante. Cuando se mantenga durante un tiempo este estado, el comportamiento del vehículo será más inseguro: la dirección estará más dura, las ruedas tardarán un poco en volver a su posición tras girar, etc. Finalmente, llegará lo más obvio: nuestro vehículo consumirá más y los neumáticos no se desgastarán uniformemente, sino más de un lateral que otro. Acude a personal cualificado para el correcto montaje, equilibrado y alineación de tus neumáticos. Una instalación y revisiones periódicas adecuadas nos ayudan a conseguir la mejor conducción y garantizan nuestra seguridad.
Conducción y asfalto
La propia forma de conducir influye directamente en la vida de los neumáticos. Acelerones, frenazos, pasar a mucha velocidad por badenes, resaltos o baches, aumentan el desgaste además de ser acciones poco seguras y sancionables. También es recomendable evitar firmes accidentados e irregulares siempre que se pueda y, en caso contrario, adecuar la velocidad a las circunstancias. Otras acciones simples como estrangular la goma o rozar los laterales con bordillos al aparcar también resultan perjudiciales.