Este conductor ha sido condenado por un delito contra la seguridad vial contemplado en el artículo 379.1 del Código Penal y, aparte de esos cuatro meses de prisión, se le impone la privación del derecho de conducir vehículos a motor por un periodo de tres años, con lo que estima en su totalidad la pena solicitada por el Ministerio Fiscal.
Según la sentencia, se ha probado que el acusado conducía un Nissan GT-R propiedad de un tercero el pasado 26 de enero sobre las 10,30 horas por el kilómetro 1.4 de la Nacional 347 en Almería, una vía interurbana de doble sentido, y fue fotografiado por un radar fijo a 276 kilómetros por hora.
En la sentencia se señala que el acusado puso “en peligro la integridad del resto de usuarios de la vía” al exceder “en más del doble de la velocidad permitida”, toda vez que destaca la “contundente” prueba de cargo ofrecida a través del atestado policial y la declaración de los agentes actuantes.
Como curiosidad, los propios agentes señalaron que desde el momento en el que el coche fue captado por el radar hasta que llegó al punto de identificación, ubicado a unos dos kilómetros, “pasaron menos de tres minutos”. Prueba de la excesiva velocidad a la que circulaba el vehículo y desmonta la versión de conductor y copiloto, que señalan que se intercambiaron el puesto de conducción.