Actualidad

Este es el año en el que la UE propone dejar de vender coches de combustión

No queda lejos, menos de tres lustros para ser más exactos. A partir de entonces todo vehículo nuevo deberá ser eléctrico o de hidrógeno. Esta es la propuesta de la Comisión Europea… que va mucho más allá incluso.

Parece que no hay marcha atrás y que el vehículo, como lo teníamos entendido hasta ahora, dejará de ser una realidad a partir del año 2035. La explicación ante dicha frase es clara: la Comisión Europea ha propuesto que a partir de dicha fecha se prohíba la venta de coches de combustión e híbridos. Es decir, que en 14 años, todos los vehículos de nueva factura que se vendan deberán de ser 100% eléctricos o alimentados mediante cualquier otro sistema que no sea un motor de explosión.

Una decisión que casa con el cambio de estrategia propuesto desde hace unas semanas por fabricantes como Volvo, Jaguar-Land Rover, Ford, Volkswagen… quienes han anunciado que a partir de 2030 (o próximo a esa fecha) se convertirán en marcas íntegramente eléctricas. Otras, como Audi, han puesto incluso fecha, 2025, a la producción de su último motor de combustión catalogándolo como “el mejor coche de combustión jamás construido”.

Coches y furgonetas, los más afectados

El objetivo de la Comisión será gradual y comenzará en 2030 con la intención de rebajar en un 55% las emisiones contaminantes de los nuevos coches y furgonetas para dejarlas ya a cero cinco años después. De ahí que los automóviles híbridos o alimentados por gas están también “llamados a desparecer”, tal y como señalan fuentes comunitarias, que matizan que este tipo de vehículos tienen aún un papel relevante que jugar en la reducción progresiva de emisiones.

En el caso de la automoción, Bruselas quiere centrar los esfuerzos en los coches y furgonetas porque representan el “gran problema” de Europa para controlar las emisiones, por lo que los vehículos de dos ruedas quedan excluidos de las nuevas normas. Tampoco afectará a los vehículos pesados porque están cubiertos por una legislación más reciente, aunque el organismo europeo sopesa revisar el próximo año, cuando tenga más datos sobre esta flota y su huella ecológica.

Red de carga apropiada

Para conseguir dicho objetivo, desde los máximos organismos europeos se reclama el despliegue de una red suficiente de recarga en todo el continente. Para asegurar la transición de los conductores europeos a coches de batería o hidrógeno, la Comisión quiere también que los Estados miembro tomen medidas para asegurar que podrán recargar sus vehículos cuando transiten por el territorio europeo.

De este modo, la propuesta de Bruselas prevé un punto de recarga eléctrica fijo cada 60 kilómetros en la red transeuropea de transporte (TEN-T) y cada 150 kilómetros para el repostaje de hidrógeno.

También por mar y aire

Pero atención, porque el paquete de medidas bautizado como ‘Fit for 55’ que quiere allanar el camino a la comentada reducción de emisiones también afectará a los sectores de la aviación y marítimo, los cuales serán incluidos en el sistema europeo de comercio de emisiones (ETS, por sus siglas en inglés).

La falta de compromiso en la reducción de emisiones en áreas como el transporte por carretera o la construcción es un tema que preocupa, y mucho, a Bruselas, por lo que plantea también un sistema de comercio de emisiones paralelo para la distribución de combustible en estos dos sectores.

El vicepresidente comunitario responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, ha querido subrayar en rueda de prensa que este nuevo sistema se aplicará “a los proveedores de combustible y no a los hogares ni a los conductores” a partir de 2025.

Conscientes de que parte de esta medida podría repercutir en la factura de los usuarios, la Comisión plantea la creación de un Fondo Social para el Clima con el que ayudar a los colectivos más vulnerables a cumplir con el nuevo sistema.

El fondo contará con recursos del presupuesto europeo hasta sumar el equivalente a un 25% de los ingresos previstos a través del sistema ETS para edificios y carreteras, lo que según las estimaciones de Bruselas supondrá 72.200 millones de euros para el periodo 2025-2032. Las doce grandes propuestas que arman el proyecto ‘Fit for 55’ para acelerar la transición ecológica incluyen también compromisos más ambiciosos, por ejemplo al 40% la proporción de renovables en el consumo energético de la UE en 2030, deberán aún superar la negociación con el Parlamento europeo y los Veintisiete, en donde se prevé un proceso complejo por las diferencias entre países.

Entrada Relacionada