Los nuevos coches de Policía abandonan el perfil movolumen para adentrarse en el de los SUV.
El parque móvil de la Policía Nacional cambia su perfil de coche. Si durante mucho tiempo hemos visto cómo el Citroën Xsara Picasso y el Citroën C4 Picasso era el modelo más utilizado por nuestros agentes de seguridad, ahora dejarán a un lado los monovolúmenes para adentrarse en el mundo de los SUV siguiendo las tendencias del mercado.
Siguen fieles al Grupo PSA aunque con el nuevo contrato de renting suscrito dejarán de emplear vehículos fabricados en nuestro país. Ya se han entregado y puesto en marcha las 642 unidades del Citroën C5 Aircross con motor PureTech 130 (también abandonan el diésel y se pasan a la gasolina) que forman parte de este acuerdo, mientras que a principios del próximo año se entregarán 300 unidades del Peugeot 3008 Hybrid4, un híbrido enchufable que responde con 225 CV al combinar la mecánica térmica con la eléctrica y que dispone de hasta 56 km de autonomía en modo eléctrico y que logra un consumo medio de solo 1,3 l/100 km y unas emisiones de apenas 30 g/CO2 km.
También coches espía
En total, la Policía Nacional contará con 1.551 automóviles nuevos. Así, a los 942 vehículos rotulados con los emblemas del Cuerpo Nacional de Policía se sumarán 365 Peugeot 308 y 244 Opel Astra que harán las labores de vigilancia como vehículos patrulla camuflados.
Estos se entregarán con diferentes colores y serán matriculados con placas ordinarias por lo que no se podrán identificar como coches de policía, aunque sí contarán con el equipo habitual de los equipos policiales y todo lo necesario para la intervención de urgencia y el traslado de detenidos.
Larga relación
La relación entre el Grupo PSA y la Policía no es nueva. El interés de estos por impulsar la industria automovilística de nuestro país les ha llevado a utilizar vehículos que el grupo francés ha producido en nuestras plantas. Así, se ha podido ver rotulados con los colores de la policía al Talbot Horizon (entonces eran marrones, de ahí que a la policía tenga el sobrenombre de maderos), Citroën BX, Peugeot 306, Citroën Xantia y, en los últimos tiempos, el monovolumen Picasso, ya fuera bajo la denominación Citroën Xsara o Citroën C4.
Sin embargo, las últimas unidades contratadas carecen de este sello ‘Made in Spain’. Como consuelo queda que el grupo aunque de origen galo apuesta fuertemente por nuestro país con tres plantas (Vigo, Zaragoza y Villaverde-Madrid) y con importantes planes para que sigan fabricando y dando empleo.