Te mostramos 12 coches “guays” fabricados en la década de los años 90. Una lista en la que hemos querido mezclar superdeportivos que marcaron una época junto con vehículos más “mortales” pero no por ello menos espectaculares.
La segunda evolución del Mercedes 190 E, es decir, el Evo II, hizo su aparición en la década de los 90 y únicamente se realizaron 502 unidades. Su motor de gasolina de 16 válvulas cubica 2,5 litros y entrega 235 CV. Con él, la berlina germana completa el 0-100 km/h en 7,1 segundos mientras su velocidad máxima es de 250 km/h.
Este vehículo, surgido de la colaboración entre Audi y Porsche, monta el motor 5 cilindros turbo que utilizaba el Audi Sport quattro de Grupo B. Un propulsor de 2,2 litros que en este modelo alcanzaba 315 CV gracias a un equipo de turbo e intercooler de mayor tamaño, colectores de admisión y escape rediseñados y una centralita reprogramada.
Pese a su estética nada radical, en la que destaca por encima de todo su trasera familiar con los pilotos juntos, este modelo realizaba el 0-100 km/h en 5,4 segundos, tiempo que le situaba por debajo de otros modelos de la época como el Honda NSX (5,9 segundos) o el BMW M3 (6 segundos).
Este modelo surgió del encargo de la firma nipona a Pinifarina para realizar un deportivo de motor central V6 de 2 litros. Este proyecto comenzó a llamarse HP-X (Honda Pininfarina eXperimental). Sin embargo, la firma decidió dar una vuelta de tuerca al proyecto, denominarlo NS-X (New Sportscar eXperimental) y dotarle de un propulsor mayor para lograr unas mejores prestaciones.
De esta manera, la firma de Japón se decidió finalmente por un motor de 3 litros VTEC que erogaba una potencia de 274 CV.Precisamente, en su desarrollo participó nada menos que Ayrton Senna, al que muchos recordamos pilotando el Honda NSX con zapatos y calcetines blancos por el trazado japonés de Suzuka. Un hecho que más tarde repetiría Fernando Alonso con el nuevo NSX, esta vez en el circuito de Estoril. Este modelo estuvo en producción de 1990 hasta 2005, un tiempo en el que se fabricaron más de 18.000 unidades.
La primera generación del Mazda MX-5 apareció en el Salón del Automóvil de Chicago de 1989 y su nombre proviene de Mazda Xperimental 5, demnominación que se empleó durante su diseño y desarrollo. Como todos sabemos, en Japón se llamo Eunos Roadster y en Estados Unidos Miata.
Este vehículo, que llegó a Europa en 1990, incorporaba un motor delantero con tracción trasera, todo ello con un peso contenido que siempre ha sido una de las claves de todas las generaciones del modelo. Bajo su capó, un motor 4 cilindros de 1,6 litros que desarrollaba 115 CV y 135 Nm de par. Con él, lograba una aceleración 0-100 km/h en 8,8 segundos. Más tarde, en 1994, apareció el motor 1.8 de 130 CV, que mejoraba su aceleración y dejaba el 0-100 km/h en 8,2 segundos.
Aunque quizá la gran mayoría de aficionados se decante por un Skyline GT-R R34 como el de la imagen, fabricado a finales de los 90 (entre 1998 y 2002), en nuestra elección podríamos incluir los Skyline GT-R R32 y R33, ya que ambos fueron producidos a lo largo de los primeros años de la década de los 90.
Este Skyline GT-R R34 equipaba un propulsor 6 cilindros en línea de 2,6 litros que alcanza los 280 CV. Además, existen versiones que pueden alcanzar potencias de desmesuradas, como ocurre con el Skyline Nismo R34 Z-Tune, que alcanza 500 CV.
La última versión del Lancia Delta, el HF Integrale Evo II 16v denominado como “Deltona”, era un vehículo derivado del modelo de competición que alcanzó la gloria en el Campeonato del Mundo de Rallies. Su motor de 2 litros turboalimentado erogaba una potencia de 215 CV y, gracias a su estética agresiva y a su participación durante años en rallies, es uno de los coches más deseados por los aficionados a los clásicos.
Aunque fue presentado en el Salón del Automóvil de Detroit de 1989, no fue hasta mayo de 1990 cuando Lee Iacocca dio el visto bueno a la entrada en producción, prevista de forma limitada para el año 1992. En un principio se construyeron 155 unidades, denominadas preserie y que no salieron a la venta y fueron subastadas.
Producido de 1992 a 1995, un total de 5.988 unidades del Viper RT/10 salieron de la línea de producción. Su motor V10 de 400 CV le permite alcanzar una velocidad máxima de 270 km/h y una aceleración 0-100 km/h en 4,3 segundos.
La empresa iniciada por el Diablo en 1990 no fue pequeña, ya que debía sustituir al exitoso Countach. Para ello, la firma del toro le dotó de un propulsor V12 atmosférico de 5,8 litros del que se extraían 492 CV y cuya velocidad máxima alcanzaba 326 km/h. Su producción se alargó en el tiempo hasta el año 2000.
Tan solo un año después de la llegada al mercado del Diablo hacía su aparición este Jaguar XJ220, que aunque apareció en el 91, fue presentado en el Salón del Automóvil de Birmingham de 1988.
Este modelo, nacido del éxito de la marca en las 24 Horas de Le Mans, poseía un motor V6 biturbo de 542 CV que lograba una velocidad máxima de 341 km/h. Frente a las casi 1.500 reservas iniciales, tan solo se produjeron 288 unidades.
Su presentación, realizada el 14 de septiembre de 1991 en París, se hizo coincidir con el 110 aniversario del nacimiento de Ettore Bugatti, por lo que la denominación hace referencia a este hecho. Monta un chasis de carbono y kevlar sobre el que se incorporó un propulsor V12 de 3,5 litros y 553 CV.
Con su tracción total y un 0-100 km/h de 4,2 segundos, estableció un nuevo récord de velocidad punta: 343 km/h. Más tarde surgió la versión SS, que aumentaba la potencia hasta 603 CV y alcanzaba 348 km/h. Únicamente se produjeron 123 unidades de ambas versiones más prototipos.
El superdeportivo de Woking, del que apenas se realizaron 64 unidades entre 1992 y 1998, dejó “pequeños” a muchos de los superdeportivos de la época. Monta un propulsor V12 de 6,1 litros que erogaba una potencia de 627 CV y con el que logró el récord de velocidad para un vehículo de calle con 390,7 km/h. Su aceleración le permitía realizar el 0-100 km/h en 3,6 segundos.
Además, se trata de un modelo que tiene la particularidad de contar con espacio para 3 pasajeros, ya que el piloto se coloca en el centro y más adelantado que los otros dos asientos de los lados.
El sustituto del F40 fue el encargado de dar carpetazo a la época dorada de los superdeportivos con su nacimiento en 1995. Con su bloque V12 atmosférico de 4,7 litros y 520 CV lograba una velocidad máxima mucho menos elevada que la de sus rivales, aunque no menos sorprendente: 325 km/h.
Al contrario de lo que ocurrió con el F40, del que se realizaron hasta 1.311 unidades, su sustituto fue un vehículo mucho más exclusivo y difícil de conseguir, ya que tan solo se produjeron 349 unidades, lo que hace que el precio del modelo esté disparado en cualquiera de las subastas de clásicos actuales.