El 22 de febrero de 2018 es ya una fecha para el recuerdo en la historia del automóvil en España. La marca CUPRA separaba su camino del de SEAT para convertirse en una firma independiente, con identidad propia.
No ha sido una decisión a la ligera, pues se lleva preparando años, pero ¿qué ha llevado a la marca española a iniciar una aventura tan arriesgada?, ¿por qué ahora? A continuación desgranamos las 10 razones por los que SEAT ha lanzado la marca CUPRA.
Por más que sea un motivo evidente, lo cierto es SEAT goza a día de hoy de una posición financiera sólida, con beneficios en los dos últimos ejercicios (2015 y 2016) y, a la espera de conocer la cifra exacta, también en 2017. Además, sus ventas han crecido en los últimos años un 45 % y su prestigio se ha disparado con modelos como el León de tercera generación, el Ateca o el último Ibiza.
En SEAT están convencidos de que hay un tipo de comprador que busca emoción y deportividad, pero que no tiene interés en marcas premium ya consolidadas ni posibilidad de acceder a ellas. Buscan calidad, diseño y un producto exclusivo, algo que puede ofrecer una marca sin un gran volumen de producción, como se pretende que sea CUPRA.
En la marca de Martorell son conscientes de que la imagen de SEAT limita sus posibilidades de expansión, pues hay clientes que nunca comprarían uno de sus modelos, ya sea por historia o porque buscan más notoriedad. El lanzamiento de una marca como CUPRA es una oportunidad para conquistar a un nicho de compradores que nunca adquiriría un SEAT.
Mientras en mercados como el alemán, las ventas de versiones CUPRA suponen un 10 % del total de SEAT, en Francia o Italia, incluso en España, esas cifras se quedan en un exiguo 2-3 %. Es algo cultural, una traba que se pretende superar con una nueva marca decididamente deportiva, atributo que no todos los mercados ven en SEAT. Otros, como Inglaterra o Suiza sí lo ven, todo sea dicho.
De sobra es conocido que detrás de los productos CUPRA se encuentra la mano del departamento de SEAT Sport. Con el lanzamiento de la nueva marca, se podrán aprovechar a fondo los conocimientos del equipo liderado por Jaime Puig. Además, se tiene la excusa perfecta para reinvertir parte de los beneficios en competición, como ya hemos visto con el lanzamiento del nuevo CUPRA TCR, que este año podría participar en el Mundial de Turismos, que adaptará su normativa a estos vehículos.
CUPRA será motivo de orgullo para toda la empresa, una muestra de lo que en SEAT son capaces de hacer, sirviendo de motivación para toda la plantilla, e incluso de aspiración para promocionar internamente en la compañía.
Es muy difícil introducir tecnologías muy innovadoras en automóviles del precio de un Ibiza. Por ello, CUPRA se convertirá en la plataforma ideal para experimentar con tecnologías que luego se democratizarán en SEAT. De hecho, es muy posible que veamos modelos híbridos y plug-in (híbridos enchufables) en CUPRA como paso previo a verlos en la gama SEAT.
El actual presidente de SEAT ya protagonizó una operación similar a la de SEAT y CUPRA en su etapa en Fiat. Entonces relanzó la marca Abarth, convirtiéndola en el brazo deportivo de la histórica firma de Turín. Aquella operación no sólo se ha demostrado factible, sino que ha arrojado buenos réditos en materia económica.
Dado el precio al que se comercializan las versiones CUPRA, son de lejos las más rentables dentro de la gama SEAT. Con el lanzamiento de la nueva marca, se podrán incluso posicionar con un precio ligeramente superior sin incurrir en excesivos gastos extra pues, por ejemplo, ya disponen de una amplia red de concesionarios.
No lo digo yo, lo dijo Luca de Meo en una de las mesas redondas durante la presentación de la marca. Además de un reto, el nacimiento de CUPRA supone un plus de motivación para todos los implicados en el mismo. La diversión y el placer de conducir son algunos de los mantras bajo los que nace la nueva división de SEAT.