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10 motivos por los que debes comprar un coche eléctrico (y 10 por los que no)

Se les ha situado como la mecánica del mañana mientras que hoy día la oferta sigue creciendo. Son muchos los que tienen dudas sobre si hacerse ya con una de estas tecnologías. Aunque también es verdad que las políticas de algunos ayuntamientos nos empujan a ello. En el horizonte se plantean muchas dudas y nosotros te damos 10 motivos por los que debes comprarte un coche eléctrico… y 10 motivos por los que debes esperar.

1 de 20 – A favor – El medio ambiente

Un coche eléctrico no contamina, por lo que su impacto en el medio es cero, al menos en cuanto a las emisiones de gases nocivos. Así, si te consideras ecologista, este es tu coche idóneo.


2 de 20 – A favor – Ausencia de ruido

Adiós a una de las grandes lacras de nuestras ciudades: el ruido. Estas mecánicas son silenciosas y el único ruido que emiten es el que produce la rueda en su rodaje sobre la carretera. Las ciudades ganarán en calidad de vida.


3 de 20 – A favor – Tamaño

El motor eléctrico es de inferior tamaño al de uno térmico y carece de buena parte de los elementos que lo rodean. No es necesario que esté delante o detrás, puede estar sobre el eje motriz directamente. Así, el morro y la trasera reducirán su tamaño, un espacio que bien podría ganar el habitáculo. Y un detalle que los fabricantes podrían aprovechar para hacer coches más pequeños y más fáciles de aparcar.


4 de 20 – A favor – Uso más económico

El coste del uso por kilómetro recorrido es inferior al de un motor térmico. La electricidad, hasta la fecha, es más económica que la gasolina por lo que, dependiendo de la hora a la que se recargue y la tarifa empleada, puede ser la mitad que el combustible.


5 de 20 – A favor – Prestaciones

¿Recuerdas que en las presentaciones y pruebas que hacemos solemos decir el momento en el que el coche ofrece todo el par en relación con las revoluciones por minuto? Pues en un coche eléctrico lo tienes desde el momento en el que pisas el acelerador. Y las salidas desde parado pueden ser brutales, incluso en los coches con menos potencia.


6 de 20 – A favor – Mantenimiento

Al contar con menos elementos mecánicos, la revisión requiere de menos tiempo y resulta más económica. Olvídate del cambio del aceite, correa, filtros, anticongelante… Eso sí, de cambiar el filtro del habitáculo y las ruedas no te libras.


7 de 20 – A favor – Menos impuestos

Al ser un vehículo ecológico se ahorra el impuesto de matriculación al mismo tiempo que hay ciudades que aplican reducciones en los impuestos municipales o las tarifas del servicio de estacionamiento regulado.


8 de 20 – A favor – Tarjeta cero

Disfruta de la tarjeta cero de la DGT, la considerada tarjeta VIP de tráfico. Con esta puedes librarte de todas las restricciones de circulación por episodios de contaminación. En Madrid te permite aparcar en la calle en el peor episodio de contaminación, algo que los híbridos no pueden hacer.


9 de 20 – A favor – Recargar en casa

Lo recargas en tu casa, no tienes que desplazarte a ningún sitio a que te llenen el depósito (la batería en este caso). Si dispones de casa o plaza de aparcamiento en garaje compartido (la ley de propiedad vertical te permite instalar una batería de carga en tu plaza) cargarás cuando más cómodo te resulte sin tener que acudir a ningún lugar.


10 de 20 – A favor – Es el coche del futuro

Comprarte un coche eléctrico no es un viaje en el tiempo pero sí es adelantarte el mañana. Es la mecánica hacia la que fluyen todas las marcas y las que están poblando los concesionarios. Es una manera de dar hoy el paso que vas a tener que dar mañana.


11 de 20 – En contra – Precio

Son más caros. Es una tecnología que aún está en desarrollo y sus componentes están lejos de disfrutar de su precio óptimo de venta. ¿Lo más caro? El más imprescindible y el que más debe evolucionar: la batería. Suelen tener una tarifa de partida unos 10.000 euros más caros que un equivalente con motor de combustión.


12 de 20 – En contra – Autonomía

Es un aspecto en el que han mejorado sustancialmente en los últimos tiempos, pero no han conseguido eliminar ese miedo del conductor a quedarse tirado en mitad de la carretera. Los hay que superan los 400 kilómetros de autonomía, pero lo más habitual es que ofrezcan un rango de recorrido de entre 200 y 300 km. Y eso si no se le pisa demasiado, si no se conecta la radio, la calefacción o el aire acondicionado…


13 de 20 – En contra – ¿Dónde lo cargo?

Si tienes casa con garaje o una plaza de aparcamiento podrías cargarlo con facilidad pero, ¿y si no tengo nada de eso y el coche ‘duerme’ en la calle’? Te tocará ir a un punto de carga público. Y apenas hay. El número de conexiones se está ampliando, pero incluso con los planes de ampliación resultarán escasos.


14 de 20 – En contra – Paciencia

Sí, la vas a necesitar porque un coche eléctrico necesita de mucho tiempo para recargarse. Y hablamos de varias horas no de un puñado de minutos. La clave es cargarlos por la noche como solemos hacer con los móviles. Pero, ¿y si surge un imprevisto en plena noche? Lo más seguro es que tengas la batería a medias y tengas dudas de si vas a llegar y regresar a tu destino.


15 de 20 – En contra – ¿Y la carga rápida?

Como decíamos antes, la batería es uno de los puntos que más evolución necesita y los propios fabricantes indican que reincidir de forma constante en el uso de la carga rápida (alcanzar el 80 % en unos minutos) no es recomendable: la recalienta y acorta su vida útil.


16 de 20 – En contra – Reparación

Es una mecánica que se está introduciendo en nuestro mercado a un ritmo inferior al deseado. Esto ha hecho que sean pocos los talleres que hayan apostado por estos vehículos y se hayan especializado en su mantenimiento y reparación. Necesitan de maquinaria especial pues algunos de sus componentes manejan ácidos muy corrosivos y electricidad de alta tensión.


17 de 20 – En contra – ¿Seguro que no contaminan?

Son vehículos eléctricos y, por tanto, no emiten gases contaminantes. Pero lamentablemente, la electricidad que nutre sus baterías no sale de generadores eólicos, solares o biomasa, sino de centrales nucleares que generan residuos muy peligrosos. Estos necesitan un costoso tratamiento especial y un almacenamiento que nadie quiere tener cerca.


18 de 20 – En contra – No son ruteros

Sí, dependiendo de la gama, pueden ser coches amplios, cómodos y tecnológicamente muy avanzados. Pero no son coches ruteros. Su escasa autonomía les limita mucho el recorrido que pueden hacer. Plantearse un viaje de largo recorrido puede multiplicar el tiempo que se invierta en realizar, pues cada dos horas habrá que parar a recargar. Y en este tiempo podremos hacer muchas más cosas que estirar las piernas y tomarnos un café.


19 de 20 – En contra – Peligrosos para las ciudades

Uno de sus mejores argumentos de compra puede ser, también, uno de los más peligrosos. Muchos peatones están acostumbrados a cruzar la calle de oído y a andar en el fila de la acera. Al ser silenciosos no se dan cuenta de la presencia del coche hasta que lo tienen encima. Hay estudios que indican que será más que recomendable incluir un pequeño ruido cuando circulen a bajas velocidades.


20 de 20 – En contra – Gastos añadidos

Si no queremos tener que buscar un cargador en mitad de la calle, y esperar nuestro turno para cargarlo, un proceso que puede llevar horas, lo mejor es instalarse un cargador (wallbox) en casa o en nuestra plaza de aparcamiento. Pero, ¿y si no tenemos? ¿Compramos una? Y eso no por no hablar de que la instalación de estos wallbox puede tener un precio de partida de 700 euros.

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