¿Un Ferrari barato? ¿Es legal que ambos términos vayan en una misma frase? Depende de lo que consideremos caro, pero poder ponerse a los mandos de una de las máquinas nacidas de la factoría de Maranello por menos de 30.000 euros es posible.
Texto // Iván Vicario Martín
Quizá esta lista no incluya los cavallinos rampantes más excitantes, pero un Ferrari siempre será un Ferrari y llamará la atención allá por donde pase. Hemos elegido un único representante dentro de cada familia, de manera que evitamos repetir modelos, pues hay sagas cuyos precios son casi de derribo independientemente de las carrocerías y motorizaciones. Antes de continuar, una última consideración, los precios que hemos tomado como base son para unidades en perfecto estado, es decir, huyendo de gangas. Y es que, en este caso, corremos el riesgo de que lo barato salga caro, ya que cualquier pequeña reparación que haya que hacer en la unidad que compremos puede disparar el precio de nuestra compra. Ahora sí, vamos allá con los 10 Ferrari más baratos que puedes comprar.
Fabricado entre 1980 y 1982, el Mondial 8 contaba con un motor V8 de 3 litros situado en posición central que rendía 214 CV. Su configuración era 2+2 y, en diferentes variantes –incluido cabrio– estuvo a la venta hasta 1993. De esta primera versión se fabricaron apenas 703 unidades.
Es el modelo de Maranello más barato, con cotizaciones que no llegan a los 30.000 euros y que pueden quedarse en 20.000 si nos conformamos con una unidad que no esté en perfecto estado. Por debajo de ese precio, corremos el riesgo de tener que afrontar reparaciones que encarecerán el precio más de lo deseado.
Evolución del 365 GT4 2+2 de 1972, el 400 GT apareció en 1976 en versiones manual y automática. De cara a 1979, la carburación dio paso a una inyección Bosch K-Jetronic que dejaba la potencia de su motor V12 de 4,8 litros en 310 CV. Del 400i automático se fabricaron un total de 873 unidades.
La saga de los 400 y 412 está entre la menos valorada, quizá por su configuración 2+2. En el caso de nuestro protagonista, las mejores unidades rondan los 44.000 euros, aunque es posible encontrar ejemplares bastante buenos por unos 35.000 euros. Son los más baratos dentro de una serie que nunca ha alcanzado grandes cotizaciones.
Ferrari de 2+2 plazas y cambio automático, la clave para un precio bajo. Con un motor V12 de 5.474 cm³ que entregaba 442 CV, esta versión contaba con una caja automática de cuatro marchas, frente a la manual de seis del GT. Exteriormente, es uno de los Ferrari más bonitos de las últimas décadas, con una carrocería obra, cómo no, de Pininfarina. Se fabricaron apenas 402 unidades del 456 GTA entre 1992 y 1998.
Aunque hay unidades desde 40.000 euros, mejor acercarse a los 54.000 euros de cotización máxima para hacernos con un buen ejemplar, pues cualquier reparación será muy costosa. La evolución de 1998, el Ferrari 456 M GTA de similar cifra de potencia, cuesta apenas 2.000 euros más.
Estamos ante otro de los patitos feos de Maranello, y en este caso no porque su exterior no sea atractivo, sino porque sus cualidades dinámicas nunca estuvieron a la altura. Presentado en 1989, contaba con un motor V8 de 3,4 litros que rendía 300 CV. Se produjeron 8.708 unidades de todas las versiones, 2.894 de las cuales corresponden a nuestro protagonista.
Las cotizaciones de pequeño V8 siempre han estado condicionadas por su relativa mala fama, con precios que se quedan en unos 55.000 euros de tope, con unidades más o menos buenas a partir de 40.000 euros. Ni siquiera los cabrios TS tienen precios altos, pues se encuentran desde 45.000 euros, con máximos de 60.000.
Fabricado inicialmente con la marca Dino, creada por Enzo Ferrari en honor a su hijo fallecido, pasó a portar el cavallino rampante desde 1976. De nuevo se trata de una versión 2+2, en este caso propulsada por un motor V8 de 255 CV situado tras los asientos posteriores. Las formas de su carrocería, sin ser feas, no pasarán a la historia por su belleza.
De las 2.826 unidades fabricadas de los 308 GT4, poco más de 1.400 lucieron la insignia de Ferrari en su frontal, pese a lo cual, su cotización máxima se queda en 56.500 euros, aunque es factible que demos con un buen 308 GT4 desde 42.000 euros. Su cotización no tiene pinta de subir, así que mejor hacer una mayor inversión inicial a tener que restaurar una unidad regulera.
Considerado uno de los Ferrari más bonitos, al menos entre los que nos podemos permitir los mortales, los primeros 308 de inyección dieron tantos problemas que arrastran su mala fama hasta nuestros días. La pérdida de 15 CV de potencia respecto al modelo de carburación GTB, que dejaba la caballería disponible en 214 CV, tampoco ayuda.
De esta versión, sólo se fabricaron 494 unidades entre 1980 y 1982, pese a lo cual, sus precios se mantienen por debajo de los 60.000 euros. Se encuentran algunos ejemplares por poco más de 25.000 euros, aunque todo lo que sea pagar por debajo de 40-45.000 euros se antoja una temeridad. El resto de los 308 e incluso el 328, también mantienen precios bajos, con la excepción del 308 original de 1975 con carrocería de fibra.
Otro cavallino rampante que cumple la premisa para ser barato: carrocería 2+2 y cambio automático. Sustituto del 456, apareció en 2004 y montaba una mecánica V12 en su frontal de 5.748 cm3 de cilindrada y 540 CV de potencia. Estuvo disponible con cambio manual de seis velocidades y automático tipo F1 también se seis relaciones, una versión mejorada del empleado en el 360 Módena.
De los 3.025 Scaglietti producidos, apenas 199 montaron la caja manual, de ahí que la versión con el cambio F1 esté menos cotizada, con un precio tope de 61.000 euros, siempre hablando de unidades muy buenas. Es posible encontrar coches decentes desde 45.000 euros, y gangas en 27.000, pero tratándose de máquinas tan sofisticadas, mejor ir con precaución.
La primera versión italiana del 308, pensada para pagar menos impuestos, tiene el dudoso honor de ser el Ferrari menos poderoso de la historia, pues su potencia se quedaba en unos pírricos 155 CV. Se fabricó entre 1980 y 1982, con una producción total de 160 ejemplares, y dio paso al 208 GTB Turbo, el primer modelo turboalimentado de la marca, ya con una caballería de 220 CV.
Sus precios alcanzan los 62.000 euros, quizá más por su rareza que por otra cosa, aunque hay unidades más o menos decentes desde 46.000 euros. Curiosamente, el 208 GTB Turbo copia estas mismas cotizaciones. La versión abierta GTS era ligeramente más cara.
Aparecido en 1999, para quien esto escribe no es el último Ferrari del siglo XX, sino el primero del XXI. Sustituto del F355, montaba un V8 de 3.586 cm3 y 400 CV y se mantuvo en producción hasta 2004, montándose 8.800 unidades, de las cuales apenas 469 equiparon el cambio manual. Las versiones Spider y, especialmente, el Challenge Stradale están más valoradas.
Está en su punto más bajo de cotización, así que es el momento de hacerse con uno porque sus precios sólo pueden subir. De nuevo nos encontramos con que las versiones automáticas cuestan menos, con máximos de 68.000 euros, que en el caso del manual pueden ser hasta 75.000. Hay buenas unidades del F1 desde 50.000 euros, pero por debajo de ahí, mejor extremar las precauciones.
El F355 llegó para subsanar todos los problemas que arrastraba el 348, y fe que lo consiguió. Su V8 de 3,5 litros rendía nada menos que 380 CV, es decir, 80 más que el coche al que relevaba. También estuvo disponible con carrocerías Spider y GTS (traga) y fue el primer Ferrari en montar un cambio secuencial con levas en el volante, modelo conocido como 355 F1.
Entre los F355 Berlinetta, 3.829 fueron equipados con el cambio manual de seis velocidades, mientras que sólo 1.042 montaron la transmisión F1, de ahí que, en este caso, se coticen más las versiones automáticas-secuenciales. Los precios del F355 llegan a 74.000 euros, aunque desde 55.000 hallamos coches bastante buenos. También hay unidades por poco más de 30.000 euros, aunque habrá que examinarlas al detalle.