A la hora de pensar en un coche como inversión, la pregunta del millón es hasta dónde llegará esa subida. Hay tantos coches y con producciones tan altas que difícilmente veremos inflaciones como las de los Alpine o los M3 E30, pero a buen seguro hay coches a los que ahora no prestamos atención y que en breve estarán por la nubes. Hemos huido de casos evidentes y, por ende, caros.
Es decir, no hacer falta tener una bola de cristal para saber que un Enzo Ferrari o un Porsche GT van a multiplicar su precio. A cambio, te ofrecemos algunas pistas de opciones en las que quizá no habías pensado.
Texto: Enrique Fernández, Eduarlo Lausin, Carlos Olmo e Iván Vicario Martín.
Honda S2000
Sí, recomendamos un coche japonés en una revista de clásicos. Y te lo argumentamos. Aunque nació en 1999, se lanzó en el año 2000 y se preparó porque Honda quería conmemorar el 50 aniversario de su nacimiento, y pero no de cualquier manera. Creó un roadster en la línea de los anteriores S500 o S800, aunque en esta ocasión le daría un toque extra de creatividad y prestaciones.
El coche sigue la línea de los coupé cabrio biplazas con un techo de vinilo escamoteable en el maletero, pero con un motor F20C de 2.0 16 v y 240 CV unido a una transmisión manual de 6 velocidades. Y todo este conjunto se transmitía al eje posterior y era controlado por un diferencial con deslizamiento limitado Torsen. Estuvo en producción hasta 2009, y con el paso de los años fue cambiando de aspecto, aumentó el cubicaje del motor, el tamaño de las llantas y se le añadieron tomas de aire extra.
SEAT León Cupra 2.8 V6 4
El primer SEAT León CUPRA de la historia hizo su aparición nada menos que con un motor V6 atmosférico que alcanzaba los 204 CV y se asociaba a una tracción total Haldex que le permitía alcanzar una velocidad máxima de 235 km/h con una aceleración de 0 a 100 en 7,3 segundos.
Aunque se trata de un vehículo muy pesado y existen otras muchas variantes CUPRA con mejores prestaciones, estamos ante una versión de la que no se fabricaron demasiadas unidades, cuenta con el atractivo de ser el primero de la saga y el único con tracción total y, quizá debido a sus peores cifras, es un coche que aún no ha alcanzado grandes precios en el mercado de ocasión, donde podremos encontrar unidades en un estado aceptable por entre 4.000 y 6.000 euros. Eso sí, siempre es mejor pagar un poco más por unidades en perfecto estado.
Subaru Impreza WRX 2.5 STi
Hablamos de una marca que cuenta sus clientes por seguidores y un modelo que crea adicción. Además, este es el último modelo por el que apostó la compañía en el Mundial de Rallies antes de que llegara la evolución a un dos volúmenes más cercano al gusto europeo que le hizo perder la esencia que le había llevado a crear una legión de adictos.
Esta generación cuenta con tres versiones diferentes en la que solo cambia el diseño del frontal y algunos detalles de la trasera y el interior. Nos quedamos con la última, aunque cada generación tiene sus seguidores. Es un tracción total con un motor bóxer con potencias que van desde 260 CV a 280 CV en función de la evolución. Hubo varias versiones y ediciones limitadas. Si puedes, no dejes escapar el RB320 en honor del piloto Richard Burns que murió en 2005 a consecuencia de un cáncer. Oculta 320 CV.
Mercedes-Benz SLK 32 AMG
La primera generación del Mercedes SLK puede presumir de ser la más original, y también de ser la que estrenara una versión deportiva firmada por AMG. El descapotable deportivo no vería la luz hasta su actualización de mitad de ciclo comercial, el SLK 32 AMG, que entonces era el nombre que definía a los Clase C y SLK más deportivos. El motor se basaba en los SLK 320, un V6 que recibía un compresor y un intercooler. El bloque de 3,2 litros eroga 354 CV de potencia, transmitidos al eje trasero a través de una caja de cambios automática de 5 relaciones.
En España es un coche escaso en número de unidades, y también en Europa, pues el grueso de la producción fue a parar al mercado americano. Se produjeron unas 2.000 unidades al año. Entre sus peculiaridades, destaca el hecho de ser uno de los primeros descapotables de techo duro, un sistema llamado “Vario Roof” que rápidamente se hizo un hueco en el mercado. No podemos olvidar tampoco que fue el último SLK en utilizar una mecánica V6 con sobrealimentación para su versión deportiva, pues las generaciones posteriores han echado mano de un motor V. Actualmente es complicado encontrar uno a la venta, y no por menos de 20.000 €. Su escasez disparará el precio en los próximos años.
Ford Focus RS
Ford no denomina RS a cualquier modelo, y este Focus hace méritos para tal galardón. Se trata de la versión más radical de la primera generación del Focus, aquel modelo que puso fin a más de 40 años del Escort, por lo que la marca no podía jugar con fuego y debía crear vehículos que estuvieran a la altura del nombre que iban a enterrar. El Focus RS lo desarrolló un grupo de trabajo conformado por ingenieros de Ford y de Tickford Engineering, preparador que ya había intervenido años atrás en la preparación del Capri RS.
El Focus RS montaba un motor 2.0 Ford Zeta Engine que entregaba 212 CV con un par de 310 Nm, unido a una caja de cambios de 5 velocidades de nuevo cuño. Era un coche de tamaño contenido, con mucho motor pero que no solo había que saber manejar en las rectas sino también en las curvas. Era capaz de generar una fuerza lateral de 0,98 G gracias a su sistema de suspensión Sachs y a su diferencial Quaife ATB.
Y, si a esto le unimos un sistema de frenada ideado por Brembo con discos de 324 mm delante y 2.800 mm detrás, la fuerza G generada llegaba a 1. Si lo recomendamos es porque en la era en la que la electrónica comenzó a copar todos los sistemas del coche, este destaca como un deportivo con aires nostálgicos seguía mirando al pasado.
Alfa Romeo Brera/ Spider
No será un coche que cuadriplique su precio, pero a buen seguro tanto el Brera como la consiguiente generación Spider, son automóviles que van a ver cómo crece su precio en los próximos años. Aunque habrá que tomar precauciones, dos básicamente; la primera, que la mayoría de los futuros coleccionistas valorarán más las versiones gasolina.
La segunda, que si pensamos en los Brera/Spider como inversión, habrá que cuidarse muy mucho de unidades con grandes kilometrajes.
Cualquier coche por encima de 50.000 kilómetros, no nos interesa. Dado que se produjeron casi el doble de coupés que de descapotables, estos siguen manteniendo unos precios superiores. Puestos a recomendar una motorización, esta sólo puede ser el 3.2 V6 JTS de 260 CV. Entre las escasas versiones especiales destacan los 900 Italia Independient fabricados.
BMW M5 E60
Cualquier producto salido de la fábrica bávara que porte la M en su trasera va a convertirse en vehículo de colección, incluso desde su nacimiento. Pero esta cuarta generación del M5 cuenta además con atributos muy apetecibles. Esta berlina de aspecto y comportamiento radical es propulsada por el motor V10 atmosférico derivado de la época de BMW como motorista del equipo Williams en la Fórmula 1, de la que también deriva el cambio secuencial de levas que se incluyó por primera vez en la saga.
Además, nuestro protagonista se ha convertido en el último M5 con motor atmosférico tras la aparición de su sucesor el F10 en 2011 (V8 turboalimentado). Las aproximadamente 20.500 unidades producidas hacen de este modelo un coche no demasiado complicado de encontrar y a unos precios irrisorios: entre 20.000 y 30.000 euros.
Volkswagen Golf V R32
Aunque muchos solo vean un simple Golf, lo cierto es que es el último en equipar una mecánica de 6 cilindros. A mediados de la pasada década aparecía el que fuera sustituto del primer R32, de caja IV, heredero de los VR6 de antaño. Su máxima era la polivalencia, más incluso que las prestaciones. Las dos carrocerías, de 3 y 5 puertas dan buena cuenta de ello.
El culpable de su interés es un motor atmosférico de 3,2 litros y 250 CV, probablemente con uno de los mejores sonidos de la historia. Otra de sus peculiaridades es el sistema de tracción total, un elemento indispensable para un compacto de su potencia. Las opciones de caja de cambios son variadas, con una manual y otra automática DSG, siendo más recomendable esta última. Una inversión interesante teniendo en cuenta la muerte del motor atmosférico.
Renault Mégane RS F1 TEAM R26
Tras dos victorias consecutivas en el Mundial de F1 como constructor, la firma francesa lanzaba al mercado la edición limitada F1 Team R26 de su Mégane RS. La intención no era otra que la ofrecer un modelo más radical y enfocado a las prestaciones. Por eso equipa un motor 2.0 turbo de 230 CV (5 más que un RS convencional), que envía la potencia a las ruedas delanteras mediante un diferencial autoblocante mecánico. No obstante, las verdaderas novedades venían de la mano del chasis, una versión “Cup” optimizada para la ocasión con un nuevo tarado de la suspensión y nuevas estabilizadoras, además de unos frenos Brembo con pinzas en color rojo.
La decoración es precisamente una de sus especialidades, pues se podía elegir con un color exclusivo amarillo “Sirius”, que más tarde se extendería por la gama Renault Sport, pero también con un paquete de vinilos especiales conmemorativos sin coste adicional.
En resumen, el R26 es una versión mejorada del ya magnífico Mégane RS, que tenía anteriormente una edición limitada a 150 unidades solo para España, el F1 Team a secas. Los 14.000 € que se piden de media ahora por él podrán duplicarse de aquí a 10 años. Merece la pena hacerse con una unidad decorada con el vinilado especial.
Alfa Romeo 8C Competizione/ Spider
Es una gran inversión, pero desde luego los Alfa Romeo 8C del siglo XXI sólo pueden subir de cotización. En su momento, y aunque la demanda triplicó las 500 unidades anunciadas del coupé, no fue recibido por la prensa con el entusiasmo que sería de esperar, quizá porque se esperaba un rival a la altura de los hipereficaces Ferrari F430 o Porsche 911 Turbo. La filosofía del 8C Competizione era otra, menos radical, aunque a cambio ofrece una de las carrocerías más bellas de cuantas se han fabricado en las últimas décadas. Solo por eso ya merece la pena no perderlo de vista.
Fabricado entre 2007 y 2009, su éxito convenció a Alfa Romeo a lanzar una versión Spider de la que también se anunciaron 500 unidades que, teóricamente, se fabricaron entre 2008 y 2010. Y decimos teóricamente, porque la realidad es que nunca se llegó a dicho número, lo que puede hacer que a la larga su precio sea mayor que el del coupé.
Ambos montan una mecánica de origen Ferrari de 4.691 cm3 y 450 CV que garantizan una punta que roza los 300 km/h. Actualmente, se trata de un modelo caído en el olvido, por lo que es el momento de mirarlo como inversión. Sus precios (200 mill euros en el caso del coupé y 240 mil si hablamos del Spider) es fácil que se dupliquen en los próximos años.